En la Iglesia del Camino — Los Redimidos, no pedimos, ni cobramos por la verdad. La Palabra es gratuita, como nos fue dada.
Sin embargo, aquellos que deseen apoyar voluntariamente el sostenimiento del ministerio para su funcionamiento —gastos de plataforma, enseñanza, iglesia, materiales o ayuda a hermanos necesitados— pueden hacerlo con libertad y conciencia.
No vivimos del Evangelio, sino para el Evangelio. Y si alguno desea sembrar, que sea porque así lo ha propuesto en su corazón, con verdad y sin obligación.
2 Corintios 9:7
"Cada uno dé como propuso en su corazón, no con tristeza ni por necesidad; porque Dios ama al dador alegre."